El cuerpo invisible, de Laura Rojas, encarna poéticamente la experiencia de la enfermedad, da voz directa a la carne que sufre y se desgarra. La justicia poética se convierte en un acto de autoenunciación, una apuesta porque el cuerpo enfermo deje de ser invisible. En estos poemas, la metáfora es lo concreto de los neutrófilos alterados, la mano deformada, el blister de pastillas, la fiebre y también —con ferocidad— el señalamiento de la crueldad social ante el cuerpo enfermo.

Este libro es un cuerpo poético que, como el de su autora, se transforma y duele. No encontrarán en estas palabras poesía monolítica e inamovible: encontrarán el latido vivo de la herida, la potencia de la imagen generada desde el dolor, la palabra que transmuta en resarcimiento. Este libro da voz a experiencias y emociones que a menudo se silencian o esconden; responde a una sociedad eugenésica con metáforas que diseccionan el lenguaje, reinventándolo y mutándolo para darnos nuevos nombres.

La poesía se convierte en un acto de resistencia; la enfermedad, en un espejo que refleja nuestra propia mortalidad y vulnerabilidad. Y es en ese espejo que el cuerpo invisible se vuelve visible, porque Laura Rojas fundó este cuerpo inerte, lo llenó de palabras y, con esas palabras, nos abre la necesaria herida de aprender a mirar.

Zaria Abreu Flores